A finales del siglo XXII el mundo estaba conformado por tres grandes focos económicos, el foco asiático, el foco europeo y el foco norteamericano. Es importante hacer notar que es a partir de mediados del siglo XXI que se abandona el término potencias y se empieza a usar el de focos.
Así por ejemplo el foco europeo tiene control sobre la mayoría de países de la Europa continental, Rusia, los países del mediterráneo, incluida la costa africana, y algunos pequeños países como Uganda, Ruanda y Burundi en el centro de África, y una buena parte de los países sudaméricanos.
El foco asiático controla China, India, Japón, las repúblicas centro-asiáticas, Indonesia y alrededores, la costa índica de África y algunos países del Golfo de Guinea.
El foco norteamericano controla Canadá, Estados Unidos, México y Centro América en el continente americano; Reino Unido en Europa, Sudáfrica, los países centro africanos y del cuerno de oro en África; los países de oriente medio en Asia y Australia en Oceanía.
La Antártida se reparte casi a partes iguales entre los tres focos.
Los focos económicos son entes difusos sin unas fronteras nítidas que los contengan y que se establecen sobre todo a través del control de los recursos y sobre el dominio de los diferentes gobiernos de las naciones estado.
Los principales recursos sobre los que se ejerce el control son los primarios y los demográficos a través del control de los gobiernos.
A partir de finales del siglo XX, las grandes corporaciones empiezan a sufrir un proceso de fusiones y absorciones entre ellas, al mismo tiempo que cada vez crece más la participación del pueblo como accionistas, este proceso junto con las auditorías morales y medio ambientales es para algunos expertos lo que retrasó la caída de las naciones estado hasta finales del siglo XXII.
El proceso de simbiosis entre el estado y la corporación es ampliamente detallado por Pepe Blesa en el libro Los dueños de sus dueños donde se analiza como fueron precisamente las corporaciones multinacionales las que propiciaron que el sistema económico de nación estado y el cultural patrio no deviniera en un sistema de gobierno universal con una cultura de pueblos por encima de la de patrias.
El contra poder al ejercido por los tres grandes focos fue lo que se denominó la conectabilización que aunque alteró totalmente los paradigmas culturales a partir del siglo XXI, no consiguió evitar la caída de las naciones estado ni evitar la que se considera la época más oscura en la historia de la humanidad, que por poco no causa la total extinción de ésta.
Fueron numerosos los intentos de generar un ente de poder común que limitara y pusiera freno a las grandes corporaciones. Mercados unidos y asociaciones de estados tipo: UE, Unasur, AIT o la ONU lo intentaron, pero el sentido patriótico de la población en general y la imposibilidad de los estados para renunciar a sus hegemonías lo impidió.
Jason Mook opina que si se hubiera conseguido se habría podido solventar o minimizar el crack del XXIII en el que la población humana pasó de doce mil a ochenta millones de personas.
Causas del crack
Para todos los historiadores actuales el gran misterio reside en como una sociedad aparentemente evolucionada no se dio cuenta de que una economía basada y sustentada en un crecimiento exponencial constante que acarreaba consigo un consumo proporcional de recursos naturales y un aumento de las necesidades energéticas, también exponencial, estaba avocada irremediablemente al fracaso.
La falta de información sobre todo del período digital oscuro nos hace muy difícil llegar a conclusiones sustentadas por pruebas y nos dejan sólo la posibilidad de lanzar conjeturas o reflexiones al respecto. Pero la imposibilidad de probar una teoría no debería esgrimirnos de realizarla.
Según la teoría imposibilística de Mirs la sociedad vio desde el comienzo el fin que se avecinaba, pero se reveló incapaz de alterar su curso. Ante este hecho surgiría la negación como única defensa.
Somos muy pocos los que apoyamos esta teoría, pero desde mi punto de vista es la más plausible. Para entender este razonamiento hay que abstraerse de la sociedad actual. Tendemos a pensar que Interior es una macro-sociedad y que por tanto las leyes que rigen nuestros comportamientos son extrapolables a la sociedad del siglo XXI y XXII, pero lo cierto es que a falta de experimentos reales o de más información las probabilidades de que eso sea posible son muy pocas. Eso sin tener en cuenta que la esperanza de vida en esa época ni siquiera superaba los cien años.
Es muy probable que el crack del XXIII no se debiera a una sola causa, sino a la confluencia inevitable de unas cuantas.
La demografía
A finales del siglo XX se impone un modelo económico basado en el bien industrial que se sustenta en la abundancia de recursos naturales. Este modelo insostenible es asumido en inicio por tan sólo el 20% de la sociedad mundial. En la época anterior al crack el estatus se obtenía a partir de la exposición pública del bien industrial. Una persona para ser considerada en su sociedad tenía que hacer visible su capacidad para adquirir muchos objetos o propiedades. Esto se hacía a través del dinero que sería un equivalente a los pics en la actualidad, con la salvedad de que este se gastaba cuando se usaba. El dinero era utilizado tanto para adquirir estatus como para la supervivencia diaria, comida, salud… Eso ocasionaba que en su afán de estatus una parte de la sociedad dejara sin recursos básicos al resto.
Es importante entender el estado de pobreza en que se encontraba el mundo para comprender porqué sólo el 20% de la población adopta este sistema.
A finales del siglo XX la población más desfavorecida empieza a emigrar masivamente hacia los territorios más favorecidos. A partir de la segunda mitad del siglo XXI y ante la imposibilidad de detener estos flujos migratorios por la vía de la fuerza se comienzan a poner en práctica políticas para dotar de seguridad y salud a los territorios más desfavorecidos, esto, junto a los avances en medicina y a los nuevos sistemas de cultivo intensivo disparan la población hasta los doce mil millones de personas de finales del siglo XXII.
Es importante destacar el papel de la iglesia católica en la superpoblación. Pese a que a partir del siglo XXI pierden el papel de autoridad moral que habían tenido antaño todavía conservaron la capacidad para boicotear todas las iniciativas de planificación familiar en los sectores más desfavorecidos que desde multitud de organizaciones intentaron llevar a cabo.
Incluso teniendo en cuenta que los sistemas productivos optimizaron mucho su eficacia energética y que se llegó a reciclar hasta el 70% del bien industrial es muy posible que la asunción del sistema de estatus por la mayoría de la sociedad causara el deterioro medioambiental que, en buena medida fue el causante del crack.
Crecimiento energético y polución
Desde mediados del siglo XX la humanidad se lanza a una vorágine energética que está considerada como la segunda gran causa del crack.
La obtención de recursos fósiles baratos causó un crecimiento muy rápido del bien industrial, pero al mismo tiempo generó unos niveles de polución atmosférica a principios del siglo XXI francamente alarmantes. En esos tiempos fueron muchas las voces que se alzaron advirtiendo un crack por culpa del efecto invernadero, pero el progresivo encarecimiento de estas materias por la dificultad creciente que conllevaba su extracción causó un lento cambio de paradigma en los usos energéticos.
Las pilas de hidrógeno se convirtieron a finales del siglo XXII en el elemento más usado para transportar energía. Los molinos, los campos fotovoltaicos, la energía nuclear y la energía de las olas fueron sustituyendo paulatinamente al petróleo, pero el crecimiento exponencial de las necesidades energéticas hizo insuficientes estas fuentes. La obtención de metano de los fondos marinos y el permafrost siveriano se reveló como la forma más barata de cubrir esas necesidades acelerando así el fin de una civilización al provocar los grandes cataclismos del siglo XXIII.
Un castillo de naipes social
El éxito de la humanidad en la conquista del entorno, ya desde sus inicios, siempre se ha basado en dos factores:
1. La cultura
Al contrario de la mayoría de animales el humano nace vacío, casi sin instintos innatos pero con una capacidad para el aprendizaje que supera de lejos a cualquier animal que haya poblado la tierra. A esto, a todo lo que se le añade a un humano a partir del momento en que nace le llamamos cultura y define tanto lo que es un humano como lo podría hacer su forma o fisiología. Podríamos decir que un humano nace y a partir de ahí todo es cultura.
Si consideramos la cultura como algo no propio del individuo, sino de la sociedad podríamos llegar a la conclusión de que un humano no es que sea un animal social sino que él en sí es sociedad.
2. Especialización
Este es el otro gran factor que caracteriza la humanidad y es también causante de su éxito evolutivo.
Muchos antropólogos consideran este factor como englobado dentro del primero, pero nosotros lo consideraremos aparte ya que al igual que causó el éxito y la expansión de nuestra raza también fue determinante en la casi extinción de ésta.
Pese a que la red de la cultura humana existe desde los albores de la humanidad la lentitud de la comunicación hizo que la práctica totalidad de los eslabones necesarios para garantizar la supervivencia de un colectivo se situaran concentrados en pequeños territorios. La cantidad de eslabones necesarios en esos tiempos para la supervivencia era además limitada. Hablamos de cadenas y eslabones para simplificar y hacer la cuestión más comprensible para los que no estén familiarizados con las teorías de redes más complejas ya que este es un texto didáctico.
A medida que las comunicaciones humanas fueron mejorando las redes de supervivencia, o cadenas, fueron ampliándose territorialmente y haciéndose más complejas. Pese a que, como ya hemos dicho antes, la red cultural humana ha existido desde sus inicios, hay un momento, la segunda guerra mundial, en que la red de supervivencia se extiende a nivel mundial. Ese punto de inflexión: la segunda guerra mundial, es el momento considerado como el inicio de la globalización.
Debemos tener en cuenta diferenciar bien el término globalización del de conectabilización que no se empezó a dar como fenómeno masivo hasta finalizado el siglo XX y que requerirá un capítulo a parte.
Es importante entender la extremada complejidad de la red de supervivencia humana a finales del siglo XXII para entender como la rotura de una buena parte de ésta, causada por los grandes cataclismos, precipitó una reacción en cadena que acabó con ella al completo siendo causa de ésta el desabastecimiento, las hambrunas, las enfermedades y el caos que después reinó durante un siglo entero.
La pérdida de los usos agrícolas y ganaderos
Hacia mediados del siglo XX los avances en genética y química producen gracias al abaratamiento de los abonos y la obtención de nuevas variedades de cultivo el nacimiento de lo que luego llamaríamos la agricultura industrial.
Este tipo de agricultura se basaba en grandes extensiones de monocultivos, al principio sobre todo cereales, para suministrar a los grandes mercados. La eficacia de este tipo de producción industrial fue perfeccionándose a lo largo del siglo XX y principios del XXI hasta tal punto que causó la absoluta desaparición de la agricultura tradicional que sólo se conservó en pequeñas zonas del sur de Europa como hobby de los jubilados (algunos historiadores consideran esto como una de las causas que propició la existencia de Interior).
La agricultura industrial permitió alimentar a doce mil millones de personas, pero produjo los efectos adversos que luego acabaron con ellas.
Se desforestaron casi todas las selvas de la tierra; el uso de nuevas variedades resistentes a los venenos más tóxicos permitió cosechas más seguras, pero destruyó por completo los ecosistemas adyacentes. La gran productividad de estas especies causó el abandono de las especies autóctonas. En muchos países se construyeron bancos de semillas para evitar su extinción, pero la época de los grandes cataclismos acabó con ellos e impidió su utilización posterior. El uso intensivo de fertilizantes químicos dejó la mayoría de los suelos yermos e inservibles durante siglos. Para controlar el monopolio de la alimentación mundial las grandes corporaciones producían semillas bordes, de tal manera que cada año los campesinos se veían obligados a comprarlas de nuevo. Cuando se produjo el crack y se interrumpieron los abastecimientos a nivel mundial la capacidad para producir alimentos se interrumpió por completo.
Es muy difícil discernir las muertes producidas por el hambre, el pillaje o las enfermedades, pero no sería muy aventurado decir que el 80% de la extinción se debió directa o indirectamente a esta causa.
Nuevas enfermedades evolucionadas
Desde principios del siglo XX dos factores influyen en una evolución desmesurada de todo tipo de microorganismos patógenos o enfermedades.
Por un lado el uso abusivo de antibióticos produce un efecto de entrenamiento para las enfermedades que se adaptan a éstos aumentando su virulencia.
Por otro lado la conectabilización física y la globalización ponen en contacto miles de agentes patógenos entres sí y los saca de su contexto evolutivo. Este hecho tiene como resultado, primero, la propagación en entornos donde los organismos no están adaptados a estos microorganismos y por tanto no tienen defensas contra ellos y segundo, al entrar en contacto entre sí algunos de estos microorganismos sufren mutaciones extremadamente peligrosas para el hombre.
Estos factores no presentaron un problema grave durante los siglos XXI y XXII ya que la evolución médica y la creación de nuevos fármacos evolucionó al mismo tiempo que las enfermedades.
Al final del siglo XXII existían supermedicamentos para combatir superenfermedades. El crack del XXIII acabó con toda la industria farmacéutica y dejó a la humanidad desprotegida ante una nueva generación de enfermedades muy evolucionadas que acabó de rematar la faena que ya el hambre y la violencia habían empezado.
Conectabilización versus globalización
Pese a que se considera la globalización sólo a partir de la segunda guerra mundial, porque es a partir de ese momento en que la interdependencia mundial alcanza un punto crítico, esta existió desde el principio de la humanidad y va intrínseca a la cultura humana.
Se considera globalización la capacidad humana de generar causa efecto a nivel mundial. Así un etíope que cambiaba su cultivo tradicional del mijo por la soja, el trigo o el algodón a mediados del siglo XX estaba ya totalmente globalizado, pero no conectabilizado.
Se considera conectabilización a la capacidad de dos individuos al extremo de la red de conectarse directamente sin la necesidad de intermediarios. Así, ese campesino etíope de mediados del siglo XX estaba dentro de la globalización, pero no de la conectabilización ya que los usos y costumbres de personas que habitaban a diez mil kilómetros de distancia le afectaban, pero sin embargo no tenía la capacidad de conectar directamente con ellas.
A mediados del siglo XXI la conectabilización virtual se extendió por todo el mundo y se convirtió en un contrapoder a la globalización. Las grandes corporaciones con la colaboración de los estados se opusieron desde el principio a este fenómeno ya que les quitaba poder a ellos para dárselo al individuo al hacer más difícil la manipulación de la información.
Pese a que la conectabilización virtual fue una realidad mundial desde mediados del XXI, la física, es decir la capacidad para viajar fácilmente de un extremo a otro de la red, nunca llegó a generalizarse siendo hasta el final sólo potestad de unos pocos.
Aunque la conectabilización retrasó en muchos aspectos, sobre todo políticos, el crack, también se le achaca que al propiciar el fin de la pobreza y la asunción de los sistemas de estatus occidentales por el global de la humanidad acabó desencadenándolo.
La rotura de los diques
A mediados del siglo XXI el aumento de la temperatura del planeta causó el deshielo de buena parte de los polos. Aunque no se llegaron a cumplir los pronósticos más negativos que algunos científicos en un acto de responsabilidad habían augurado, el nivel del mar subió lo suficiente como para causar una alarma a nivel mundial y numerosas catástrofes locales que sin embargo la sociedad humana pudo absorber. La década desde el año 2035 al 2045 se la denomina la década de los diques. En el año 2050 una cuarta parte de la humanidad se encontraba viviendo por debajo del nivel del mar protegida por grandes diques, algunos de ellos visibles desde el espacio.
A partir de la subida del nivel del mar uno de los sectores mśs pujantes a nivel mundial era el de la construcción y reparación de diques. A finales del siglo XXII con la llegada de los primeros grandes terremotos y la incapacidad tecnológica para mantener los sistemas antisísmicos del momento la mayoría de los diques se derrumbaron.
Teniendo en cuenta que casi la mitad de la sociedad mundial vivía cerca de la costa se considera el derrumbe de los diques como la primera ficha de la que sería una reacción en cadena que desembocaría en la casi extinción de la humanidad.
Las zonas muertas
Las altas necesidades energéticas de la población hicieron que algunos países apostaran por la energía nuclear. Durante los siglos XXI y XXII la energía nuclear despertaba recelo en la población en general, pero algunas de las naciones estado apostaron por este tipo de energía pese a ello.
Es cierto que los sistemas de seguridad eran, en teoría, absolutamente eficaces. Pero esto solo fue así durante el siglo XXI y XXII. Cuando el crack empezó a desencadenarse estos países eran estructuralmente dependientes de este tipo de energía e igual que pasó con los diques se perdió la capacidad para mantener estos sistemas al día. Lo responsable en ese momento habría sido la clausura de las centrales nucleares, pero eso habría significado dejar los estados sin energía. La rotura de los diques más la desestructuración social causó una ola de accidentes en cadena que convirtió los estados nucleares en lo que luego se llamó zonas muertas. Estos eran territorios donde la vida fue imposible hasta que en el siglo XXIX se desarrolló la manera de descontaminarlas. Pese a eso, hoy, sólo dos siglos más tarde siguen siendo parajes yermos en los que no vive nada ni nadie, aunque ya es posible atravesarlos.
La teoría imposibilistica de Mirs
Para Mirs la humanidad en sí, es un ser vivo cuyas células son los humanos. Éstos para poder representar el papel dentro de este gran organismo llamado humanidad han desarrollado lo que llamamos conciencia. La conciencia es lo que nos da sentido de individuo y como tales nos permite relacionarnos con el resto, sin estas relaciones el organismo humanidad sería imposible.
Todas las relaciones que establecemos con el conjunto conforman nuestra sociedad, este gigantesco ser al que llamamos humanidad.
Desde nuestra visión como individuos tenemos la capacidad de tomar decisiones basándonos en nuestra capacidad de análisis y reflexión. Es por esta razón que cometemos la equivocación de creer que la humanidad en general tiene que poseer las mismas características que el individuo y tomar decisiones basadas en reflexiones lógicas. Craso error.
Sí, es cierto que en sociedades pequeñas un, o unos humanos pueden mediante sus reflexiones alterar el devenir del conjunto, pero a medida que la sociedad se hace más y más grande esta posibilidad se va haciendo más difícil hasta llegar a la conclusión que el hecho de que unos individuos, mediante sus reflexiones, puedan alterar una sociedad de doce mil millones de personas es en sí imposible.
Desde finales del siglo XX fueron muchos los que ya auguraron el crack con el calentamiento global, pero cuando a mediados del siglo XXI este se produjo y la sociedad no se destruyó quedaron desautorizados. A partir de ese momento la sociedad se inmunizó contra un miedo que por otra parte era legítimo y justificado como se demostraría siglo y medio más tarde.
La teoría imposibilística de Mirs nos dice que una sociedad de las dimensiones que tenía la sociedad de los siglos XX, XXI y XXII no tenía la capacidad para alterar su destino y estaba avocada irremediablemente a la autodestrucción. Nos dice que aunque fuera posible encontrar una manera de alterar su transcurso la dificultad que esto comportaría llevaría a la sociedad al autoengaño y a negar un destino que luego se rebeló ineludible.
El crack de siglo XXIII
Con seguridad los cien años más oscuros y funestos en la historia de la humanidad. La rotura de las estructuras sociales en una época en que la humanidad había alcanzado el momento más alto de interdependencia de toda su trayectoria provocó un estado de caos mundial tan absoluto que estuvo a punto de causar la total extinción de ésta.
Los humanos a nivel individual estaban desposeídos absolutamente de ningún tipo de conocimiento básico para sobrevivir en un entorno que para empeorar las cosas estaba totalmente destruido. No sólo se habían perdido las capacidades y conocimientos para cultivar la tierra sin el apoyo de toda una estructura industrial; la capacidad para cazar o recolectar, o el simple conocimiento para encender un fuego fueron carencias que imposibilitaron la más básica supervivencia.
En los primeros años del XXIII la única posibilidad de supervivencia era el saqueo de los restos de la antigua civilización. Eso generó en todo el mundo cientos de miles de bandas de saqueadores que ejercían un nivel de violencia y crueldad que llegó incluso hasta el punto de generalizar la práctica habitual del canibalismo.
En oposición a éstas surgieron también numerosos refugios habitualmente instalados en antiguas minas y todo tipo de instalaciones subterráneas fáciles de defender. Estos refugios conservaron los conocimientos y la tecnología de la vieja civilización y se convirtieron en el objetivo principal de las bandas de saqueadores. A principios del crack los historiadores contabilizan en el mundo 2.729 refugios de los cuales la mayoría acabaron sucumbiendo. No todos fueron destruidos por los saqueadores, la mayoría colapsaron por no alcanzar una masa crítica de gente y fueron absorbidos por otros refugios. Así, finalmente sólo quedaron las que hoy se conocen como las siete ciudades, de las cuales la más grande es la nuestra, Interior.
De las bandas a las grandes tribus
Sobre el siglo XXIII hay poco escrito, la sociedad se fracturó de tal manera y la inestabilidad histórica era tan exagerada que resulta imposible resumir de alguna manera esa época. Las bandas nacían y eran aniquiladas en cuestión de años. La movilidad de éstas era tal y eran tantas que intentar dibujar un mapa que las defina sería una tarea inacabable. Eso sin tener en cuenta que no hay casi registros de esos momentos, sólo en el siglo siguiente los trovadores empezaron a escribir las leyendas que quedaron del siglo anterior.
Es a principios del siglo XXIV en que las bandas empiezan a estabilizarse y se detiene la mutua aniquilación que había primado hasta entonces. Es en ese momento en que empezamos a hablar de tribus y no de bandas.
Las tribus eran de carácter nómada aunque mantenían unos recorridos fijos dentro de unos territorios muy delimitados. Esa fue una época de gran estabilidad que contrastó con la época de caos del siglo anterior. Los recursos eran muy limitados y se agotaban con rapidez cuando la tribu se asentaba, pero con el transcurso del siglo los ecosistemas fueron recuperándose lentamente y las técnicas agrícolas y ganaderas fueron mejorando, haciendo cada vez más prolongada la estancia en un lugar. Hasta que a principios del siglo XXV ya se pueden encontrar los primeros asentamientos fijos que surgieron casi al mismo tiempo en todo el mundo.
Añado esta nota para referirme a las tribus indígenas que quedaban en el mundo a finales del siglo XXII y que sí conservaban conocimientos tradicionales que habrían podido servirles para sobrevivir a lo largo del siglo XXIII, pero que desgraciadamente fueron casi todas aniquiladas por las bandas saqueadoras. De esas tribus indígenas fueron tan pocas las que sobrevivieron que en ese momento, históricamente hablando, habrían podido ser despreciadas, pero aunque estamos hablando sólo de, como mucho, unos doscientos cincuenta mil individuos divididos entre las altas montañas de los Andes, los tuaregs del Sahara, los lapones del norte de Europa, y las tribus mongoles del Goby fueron la mayor parte de ellas las que serían las semillas de los futuros imperios que hoy gobiernan Lantana. El hecho de estar adaptadas a climas extremos las protegió del vandalismo de la época.
El primer gran imperio, el marguerit, se empezó a gestar a mediados del siglo XXV en el norte de África. Este se creó a partir de la expansión hacia el norte de una de las tribus tuaregs. Éste fue un imperio esclavista que se extendió por el Mediterráneo sur y no tardó en cruzar el estrecho de Gibraltar y conquistar toda la península. De este imperio es importante destacar la guerra del Imperio marguerit contra Interior, guerra de tres años que sostuvo con Interior hasta que fue derrotado por éste a las mismas puertas de la ciudad en uno de los episodios más sangrientos y perturbadores que ha vivido nunca nuestra sociedad, aunque son muchos los historiadores que consideran que fueron luchas internas por el poder las que obligaron a Mostaf I a mantener una guerra que sabía no podía ganar. Otra de las causas que se apuntan para la caída del Imperio marguerit fue su falta de dominio nabal que le impidió cruzar la zona muerta francesa acorralándolo contra Interior.
Tres grandes imperios más nacieron al mismo tiempo en diferentes partes del mundo. Los guanacos en América; los yotol en Asia central y los talancotes en el norte de Europa.
Los guanacos
Al contrario de los otros dos, el imperio guanaco fue un imperio comercial y cultural más que guerrero. Y tiene como fundador el gran héroe Zipacuté que sigue siendo la figura fundamental de la mitología guanaca. Zipacuté nace en la Sierra Nevada de Santa Marta, hijo del cacique local. A pronta edad le llegan noticias de la existencia de otras tribus más al sur que mantienen costumbres y creencias parecidas a las suyas. Zipacuté emprende entonces un viaje para conocer y presentarse a esas tribus. Ese es el principio de un imperio que unió todas las tribus de Sudamérica y que pese a la guerra civil que casi los destruye a finales del siglo XXVIII hoy sigue siendo el imperio más estable de los tres.
Los yotol
Es curioso que el imperio marítimo más poderoso de Lantana tenga sus orígenes en tres tribus nómadas del desierto del Gobi. A finales del siglo XXIV una epidemia sacudió la región acabando con casi la totalidad del ganado, principal fuente de sustento en la zona. Los yoval, los camac y los tols, enemigos ancestrales y siempre en guerra por los territorios de pasto, deciden juntar sus fuerzas para emprender un éxodo de miles de kilómetros que les llevará finalmente hasta el Golfo de Pohai. Pese a que las tribus llegan muy mermadas se adaptan rápido a la vida en el mar. Tanto es así que a día de hoy el Imperio yotol se extiende desde el mar del Japón, aunque raras veces se encuentran asentamientos al norte del paralelo cuarenta, hasta la península de Indochina e Insulindia.
El Imperio yotol y el Imperio talancote se han enfrentado tres veces en las que se conoce como las tres guerras chinas. La tercera guerra china comenzó en el año 3015 y todavía está viva en la actualidad, porqué aunque Dri Bin Quaid ha ganado todas las batallas importantes en tierra, no se atreve a lanzar un ataque por mar y los yotol recuperan fácilmente las tierras una vez se han marchado.
El Imperio yotol es un imperio casi permanentemente en un estado de guerra civil. Formado por numerosos reinos que se escindieron de las tres tribus originales en una pugna constante por el puesto de emperador yotol. Cuando muere un emperador no deja línea sucesoria, sino que todos los reinos tienen derecho a reclamar el cargo. Entonces empieza un periodo de guerras y alianzas hasta establecer una supremacía de uno de los reinos sobre los otros. Otro dato muy característico del Imperio yotol es que al encontrarse en un estado permanente de lucha han desarrollado unas normas muy estrictas que les permiten llevar una vida mínimamente digna en pleno estado de guerra. También es de admirar como olvidan sus peleas y trabajan coordinadamente en cuanto aparece un enemigo exterior.
los talancotes
A finales del siglo XXII en el norte de la península escandinaba todavía sobrevive la etnia sami, con sus costumbres y métodos de pesca tradicionales. A diferencia de los pueblos yotol y guanaco los orígenes de los talancotes se encuentran en una tribu perfectamente integrada en la sociedad occidental, pero que conservan sus ritos y costumbres, no por supervivencia, sino por tradición cultural. Cuando llega el crack del XXIII estos ritos de caza y vivienda, antes simples señas de identidad, les permiten sobrevivir y su entorno extremadamente hostil les protege de las grandes bandas de saqueadores.
A principios del siglo XXIV han sobrevivido unos diez mil individuos que se organizan en cientos de pequeñas aldeas que nunca superan los doscientos habitantes. La religión predominante es el animismo liderado por los xamanes. Estos actúan como garantes de la naturaleza otorgándole entidad individual y situándola en la punta de la pirámide del universo animista. Una de las grandes directrices de la diosa y que los xamanes cumplen a rajatabla es la de no permitir los asentamientos humanos de más de doscientos habitantes, esto es crucial para entender la organización social de esta sociedad.
Junto al poder del xamán siempre hay un poder civil. Éste, a parte de dirigir y organizar los aspectos civiles en la aldea, es el encargado de transmitir a los consejos generales de jefes las inquietudes de su gente. En la práctica su organización es, salvando algunos matices, un asamblearismo. Esto obliga a los jefes a viajar mucho a las aldeas vecinas para solucionar problemas administrativos o judiciales, por ejemplo. A esto hay que sumar que la limitación de individuos por población, junto con el crecimiento demográfico provocan unos flujos migratorios hacia el sur, donde se crean miles de nuevas aldeas, que amplían mucho el territorio, hasta hacer inviable por la distancia este tipo de organización y creando unas décadas de caos.
Esto se soluciona con la aparición de organismos flotantes, como un cuerpo de funcionarios nómada que transhuma entre las aldeas administrando justicia y servicios administrativos. Pronto a estas ciudades nómadas se le añaden mercaderes, médicos y artesanos, haciéndolas mucho más grandes que las aldeas que visitan. Estas ciudades en el lenguaje sami reciben el nombre de Talancas.
El crecimiento de las talancas es tan grande que supera el poder de los consejos de jefes y los anula. Se contabilizan a principios del siglo XXV doce talancas que actúan de forma despótica. Se instalan en un territorio y agotan sus recursos, violan y delinquen sin consecuencias hasta que a mediados de siglo Salas Bin Quaid hereda con catorce años el liderazgo de una pequeña talanca y cambia por completo el funcionamiento de ésta. Administra justicia, pone leyes que se cumplen y recluta a los jóvenes de las aldeas para luchar contra las demás talancas. En tres años ha destruido o convertido en simples mercados ambulantes a todo el resto de talancas. A los diecisiete años se hace proclamar primer rey sami y talancote mayor.
Llegan noticias de grandes ciudades más al sur que funcionan cada una como pequeños reinos. Salas decide por primera vez mover su talanca fuera del territorio sami y se enfrenta con los reyes despóticos del sur, derrotándolos e imponiendo sus leyes y su organización. La talanca de Salas llega a conquistar toda la península itálica y griega, sin embargo sigue manteniendo el gobierno en su forma nómada. Es su hijo Sibias el primero en asentarse en una ciudad al sur de la península itálica. En ese momento la talanca mayor cuenta con decenas de talancas menores supeditadas a ésta que terminan por convertirse en un ejército de conquista y control del reino que ya abarca toda Europa oriental hasta los Balcanes y central hasta los Alpes y sólo frenada por la zona muerta francesa. Es importante hacer notar como pese a instalarse en el sur todos los talancotes han seguido considerándose propios del territorio sami y respetando sus costumbres y organización, incluso en nuestros días. Ni siquiera los ángeles negros han podido meter mano en este territorio que ha sido siempre mantenido a salvo de las diferentes guerras que han asolado el imperio.
A principios del siglo XXVI ya existen numerosos asentamientos talancotes en el Mediterráneo. Eso da a éstos un dominio naval que se hace mucho más grande después de la guerra contra el Imperio marguerit. La derrota sufrida contra Interior y las luchas internas por el poder después de la caída de Mostaf I hacen muy fácil a los talancotes la victoria, relegando a éstos a sus territorios originales al sur del Atlas. Esto permite a los talancotes controlar todo el norte de África y la península ibérica. Joán Bin Quaid asienta su talanca en las antiguas ruinas de Cartago que se convierte en la ciudad más floreciente del imperio. Pero no es hasta el siglo XXVIII que empiezan las grandes guerras talancotes y el imperio se divide en cuatro provincias. África, Landala, Sibena y Samia. Pero la saga Bin Quaid sigue controlando todo el territorio.
En el año 2902 Nico Bin Quaid rey de los talancotes es asesinado en Cartago en la revuelta de los gladiadores organizada por su primo Asuma Bin Quaid. Asuma se dedicó durante años a situar a sus fieles en los lugares más importantes y organiza una traición masiva. Un año después, en Deleón, Sidón su hermano y legítimo heredero es asesinado en la revuelta de los niños marcados. El nombre de la revuelta lo da el hecho de que finaliza con el asesinato de los hijos gemelos de Sidón herederos del trono de Nico al morir éste sin descendencia.
Onuva primo de Sidón y su más preciado amigo consigue huir a África donde empieza la recuperación del imperio como rey regente. En 2924 se descubre que los gemelos no fueron los que murieron y ellos mismos intentan una revuelta que fracasa, pero Albert Bin Quaid consigue escapar a África donde se une a Onuva y toma el cargo de rey de los talancotes. Antes de morir consigue tomar Cartago, pero no será hasta su nieto Dri Bin Quaid que conseguirá unir todo el Imperio talancote bajo su mando. Dri expande el imperio hacia el oriente conquistando a las tribus otomanas y obligando al Imperio yotol a refugiarse en las islas y abandonar el continente, sin embargo y pese a todas sus victorias Dri pierde fácilmente los territorios conquistados una vez regresa a Tarco y se ha visto obligado a reconquistarlos hasta tres veces. A pesar de este hecho el imperio talancote actual es el imperio más grande que haya existido nunca en la historia de la humanidad.
Vicens Jordana
Pronto habrá más